Cultura

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La ciudad de Moca tiene su propia cultura y costumbre; se caracteriza por anuncios a los muertos por medios audio parlantes callejeros, el viaducto y el ferrocarril de Moca, nuestra primicia de tener un Zoológico Botánico, así mismo como la frase de ser “Seco, Sacudío y Medío por Buen Cajón”, son elementos apropiados de la cultura y folclore de Moca. Los dichos de que “los mocanos caminan por el medio de la calle” y de que cuando va a llover “has como los mocanos que se la dejan caer”. Estas principales características pertenecen a la cultura de los mocanos.

Fiestas Patronales y Cristianas

Moca es una población con fuertes creencias cristianas, formando religiosamente bajo el manto Sagrado de la Virgen del Rosario, y en honor a ella son celebradas las fiestas patronales del pueblo. Dicho culto se debe a una revelación de la virgen María a Santo Domingo de Guzmán, el cual está reconocido como fundador del rezo del Rosario.

Un paisaje lleno de colorido y de siluetas otoñales es un paisaje tremendamente llamativo con una policromía natural que asemeja muy bien una pintura del Medioevo. Con la cosecha del cafeto madurando llenando los aires de un dulzón olor peculiar, con los framboyanes de la zona cordillerana florecidos para darle un matiz atrevido a la foresta mocana, no cabe duda de que estábamos en presencia del más claro indicio de que debíamos prepararnos para celebrar las fiestas patronales. Se iniciaban con todo el esplendor y el bullicio pueblerino las festividades de un pueblo brotando casi de manera espontánea presentando un caleidoscopio popular en la celebración anual de las fiestas del Rosario, las fiestas patronales de Moca. Ya se podían oír los aspergios calamitosos y el ronquido de la añejada voz del inolvidable “Fuache”, quien con su vejete acordeón trataba de entonar los ritmos y melodías de su inacabable repertorio. Ese era el aviso inminente de lo que vendría luego, era el inicio de las festividades esperadas por todos. Ya se acercaban los días festivos. Constituyen estos días festivos un escape emocional para los mocanos donde se pone a prueba la inmensa capacidad de un pueblo para reír y gozar al ritmo de su sabrosa música y de su inacabable vocación de estar alegre, aunque sea para disculpar los malos momentos que los sinsabores de la vida le prodigan a todo humano. Las fiestas del Rosario en Moca es una convocatoria alegre para templar el espíritu de los mocanos que en esta ocasión vibra y se llena de un colorido inusitado que transforma la rutina diaria de la Villa del Viaducto en un episodio de incomensurables vivencias que cada año trata de superar las del año anterior. En la época de nuestros recuerdos, las tradicionales fiestas del Rosario eran celebraciones festivas donde el ingenio y entusiasmo de los mocanos se ponía a prueba cuando el Comité Organizador presentaba un programa con ambiciosas realizaciones para superar todas las celebraciones precedentes.

Parecía una lucha titánica entre hombres y mujeres que dejaban flotar su imaginación para brindarle a los mocanos un espectáculo digno del entusiasmo colectivo que desbordaba los corazones de los moradores de nuestro querido pueblo. Era la época en que todavía las casas licoreras y cigarrilleras no habían dado el zarpazo a nuestras tradiciones populares, que todavía no habían degenerado en el corrupto bacanal que se exhibe muchas veces a causa precisamente de ese desbordamiento propagandístico que reduce la fiesta a una lucha de marcas de ron y cigarrillos. En las fiestas de Nuestra Señora del Rosario en el antaño, las calles de Moca se veían engalanadas con guirnaldas y arreglos de papeles multicolores alrededor de matas de plátanos que se transportaban de los umbrosos platanales para servir de adorno en las calles céntricas de la ciudad y así ofrecer un ambiente decorativo que recobra el símbolo de la mocaneidad y se expresa con vistosos adornos para lucir como una miniatura de los grandes paseos mundiales, ya sea el Bosque de Bolonia o los Jardines de Chapultepec. Hay que recordar que estas fiestas patronales tenían un hondo sentido religioso y por esa razón, respondían a un criterio parroquial influido poderosamente por los principios de la moral cristiana. En estas celebraciones todo se hacía, pero sin excesos ni escándalos, ya que si se salía de la norma, se corría el riesgo de recibir como una andanada de truenos la reprimenda, desde el púlpito dominical, de una estentórea y melodiosa voz del Padre Bobadilla que condenaba cualquier desliz o desafuero cometido. En los días previos a la celebración, Moca vivía un ajetreo y una actividad inusitadas. Las muchachas bellas de la comunidad se preparaban para concurrir a la fiesta de coronación de la reina de ese año. Los jóvenes se preocupaban por lucir nuevas galas y encargaban sus trajes a aquellos sastres artesanos que con sus prodigiosas manos, con tijeras y agujas, confeccionaban joyas que hacían sentir orgullosos a sus detentadores. Eran verdaderos maestros en el arte sartoril. La muchachada presentía con fuerte emoción la llegada de Miguel Monclús y sus “caballitos” y la silla voladora, el gran espectáculo circense al alcance de todos los muchachos. Miguel Monclús con su alargada figura de un “bonzo de ébano” infundía una prolongada admiración que él devolvía muy risueño con una “ay, hijo”. Era un conocedor de su pueblo y de sus costumbres.

Moca, en su expresión folclórica y cultural, se caracteriza por tener una cultura histórica de acuerdo a los acontecimientos presentados y los elementos tradicionales propios que identifican a esta comunidad como ente Folclórico de su región. Con el transcurso del tiempo, Moca ha experimentado cambios y nuevas tendencias en sus costumbres como pueblo. Disfraces, y con ellos la desinhibición que nos permite la alegoría a cosas, situaciones, personajes, leyendas, historias y acontecimientos. Aunque un pueblo se inicia en las actividades carnavalescas importa mucho la experiencia de otros pueblos e incluso se toman referencias de sus disfraces, personajes, máscaras, es necesario que ese pueblo identifique las cosas, situaciones, personajes, leyendas, historias acontecimientos y tradiciones propias. Es una forma de que el carnaval sea una expresión de su gente, de su idiosincrasia, de lo que es de ese pueblo y de lo que aspira a ser. Estos criterios son los que convierten el carnaval en una actividad cultural, educativa y en fiesta constructiva. Moca una ciudad que fue fundada en el 1885, a pesar de sus sólidas raíces culturales, esta comunidad no tenía una tradición consolidada de celebrar el carnaval, a pesar de que en el año 1928 se hiciera una celebración majestuosa, que concentro a los más importantes sectores de la comunidad Mocana. En este primer carnaval que se celebró en 1928, recogida por el antologista mocano Julio Jaime Julia, en libro ”Notas Para La Historia De Moca” se establece que fue una celebración memorable, fue proclamada como dictadora de las fiestas a una hermosa joven macana llamada Virita Guzmán. Virita Guzmán fue una joven al reducido clan de la élite social de la Villa del Viaducto, de entonces, quien procedía de una de las más distinguidas familias de esta comunidad. Esta fue la primera Reyna que tuvo el carnaval mocano.

Este primer carnaval que se celebró en Moca fue auspiciado por El Club Recreativo. En 1988 desde el ayuntamiento se intentó lo que el CENSODE hace hoy. Se hicieron investigaciones en torno a lo que podría caracterizar este carnaval. La investigación arrojo los resultados de que “El Jinchaíto de Moca” era el personaje “surrealista” con un carácter cultural, ancestral y propio. Además es conocido en todo el país y fuera de este. Otras alegorías culturales y carnavalescas pueden ser además, “Los puercos de pitico” “El trueno de Machepa” los diferentes “cucos” y personajes populares de nuestros barrios y comunidades. El fervor patriótico de Moca, la acción heroica de nuestros de nuestros hombres podrían ser temas de carnaval. El viaducto y la historia del ferrocarril, nuestra primicia en tener como provincia un zoológico-botánico, el dicho de ser “seco, sacudió y medio por buen cajón” como la característica de anunciar los muertos por medio de altoparlante callejeros, son elementos apropiados de la cultura y folclore de Moca. Los dichos de que “Los mocanos caminan por el medio de la calle” y de que cuando esta por llover “Haz como los mocanos que la dejan caer”, son también otros elementos. Para dar detalles más concretos acerca de los elementos folclóricos de esta comunidad en general, podríamos redactar una breve reseña del origen de estos, en los links de arriba.